Panamá: La Nueva Frontera de Inversiones y Crecimiento Económico
Desde 1903, el istmo de Panamá se ha consolidado como el corazón de múltiples actividades, que van desde la construcción del Canal de Panamá y la gestión de mano de obra internacional hasta el turismo y la investigación científica. Este país, con apenas 75,000 kilómetros cuadrados y más de 4 millones de habitantes, se ha transformado en un vibrante punto de encuentro multicultural, donde se entrelazan migraciones y diálogos que enriquecen su tejido social.
La historia panameña, marcada por la colaboración con amigos de diversas naciones, refleja un espíritu de aventura y una voluntad inquebrantable. Gracias a su ubicación estratégica admirable dentro del continente latinoamericano, aunado a factores históricos, políticos, económicos y ambientales, Panamá se proyecta como un verdadero hub de paz, diálogo y comercio en el ámbito global, sin riesgos climático de huracanes, invitando a todos a unirse a esta emocionante travesía hacia un futuro prometedor.
No se puede pasar por alto la reciente salida de Panamá de la controvertida «lista gris», o “listas de Colores” como la he denominado en artículos anteriores, que había llevado a su inclusión en la lista de países de alto riesgo por blanqueo de capitales de la Unión Europea. Es importante reconocer el esfuerzo del gobierno nacional, que ha desempeñado un papel clave como garante de la integridad del Estado en sus gestiones diplomáticas para eliminar a Panamá de esta lista, que a menudo parecen injustas en comparación con otros países. Sin embargo, aunque este logro es significativo, el camino hacia la consolidación de la imagen y la credibilidad de Panamá continúa, y es fundamental seguir trabajando en las nuevas tareas que se presentan para fortalecer la reputación de la nación ante el hecho de haber pertenecido a esta lista.
El istmo panameño posee elementos históricos que han sido fundamentales para la estabilidad económica y jurídica del país. Uno de los recursos más valiosos ha sido, y seguirá siendo, la construcción del Canal de Panamá por parte de los Estados Unidos y la firma de los Tratados Torrijos-Carter firmados el 7 de septiembre 1977. Este hito implicó la adopción del dólar por Convenio desde el 20 de junio 1904 y oficializado por Decreto No.74 del 6 de diciembre de 1994 como moneda de curso legal, lo que ha proporcionado a Panamá una notable estabilidad económica. Durante las últimas (12.2) doce puntos dos décadas, es decir, 122 años, esta estabilidad ha permitido no solo el control de la inflación, sino también la facilitación de transacciones internacionales y el desarrollo de un sistema bancario adaptado a las exigencias del mercado global.
Crecimiento Económico en Panamá: Un Análisis Optimista
Según el último informe trimestral del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), la economía panameña ha mostrado un desempeño notable en el primer trimestre de 2025, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 5.2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este avance resalta la resiliencia y dinamismo del país en un contexto económico global desafiante.
En particular, el sector de hoteles y restaurantes ha sido un motor clave de este crecimiento, registrando un aumento del 4.7% en su Valor Agregado Bruto (VAB). Este incremento se atribuye principalmente a la mejora en los servicios de restaurantes y a un notable aumento en la llegada de turistas, que han encontrado en Panamá un destino atractivo.
Pilar de la Conectividad Aérea en Panamá
No se puede pasar por alto el papel fundamental que desempeña Copa Airlines y su «Hub de las Américas» en Panamá, un punto neurálgico para la conectividad aérea en la región. Situado en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, este hub facilita conexiones rápidas y eficientes entre una amplia variedad de destinos en América, consolidándose como la principal aerolínea operativa en esta infraestructura.
Este centro de conexiones no solo simplifica los viajes para los pasajeros, sino que también actúa como un motor económico para Panamá, generando empleo y estimulando el turismo y el comercio. El crecimiento de nuevas rutas de Copa Airlines se traduce en un fortalecimiento del comercio y en un impacto positivo en la economía, especialmente en los sectores de transporte aéreo y logística.
Además, la aerolínea se ha convertido en un aliado estratégico en el impulso de programas turísticos en Panamá, abarcando desde viajes de vacaciones hasta viajes de negocios y turismo médico.
Panamá se posiciona como un hub estratégico para empresas que desean centralizar y gestionar sus operaciones en toda América. La nación cuenta con la red de tratados de libre comercio más extensa de la región, con 23 acuerdos que facilitan el acceso preferencial a 59 países. Esta ventaja competitiva es crucial en un mundo en constante cambio, donde las oportunidades son abundantes.
A pesar de los desafíos económicos globales, las proyecciones para América Latina y el Caribe incluyendo a Panamá, son alentadoras. Se espera que la región mantenga un crecimiento estable del 2.3% en 2025, con posibilidades de alcanzar un promedio del 2.5% entre 2026 y 2027, según las estimaciones de organizaciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, entre otros.
Panamá no solo avanza en su desarrollo económico, sino que también se prepara para aprovechar las oportunidades que surgen en el panorama global, reafirmando su papel como un actor clave en la economía regional.
Panamá se perfila como una plataforma regional de crecimiento económico con vocación integradora y visión estratégica. Su historia, geografía y madurez institucional se convierten en pilares que sostienen una proyección confiable y dinámica en el ámbito de inversiones. El abandono reciente de listas restrictivas de supervisión financiera refleja un compromiso con la transparencia y la gobernabilidad, posicionando al país como destino confiable y competitivo ante los ojos del mercado global.
A través de políticas activas, acuerdos comerciales sólidos y una red logística de clase mundial, Panamá busca asociarse y diversificar su economía sin distracciones estériles, enfocándose en acciones concretas que promuevan resultados sostenibles. La consolidación del «Hub de las Américas», el crecimiento turístico, y el respaldo de organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial refuerzan esa imagen de motor regional en expansión.
Panamá no pretende ser un país de confrontaciones, sino de soluciones. Su estrategia se orienta hacia la generación de oportunidades que respondan a las necesidades reales de su gente: empleo digno, estabilidad económica, y un entorno propicio para el emprendimiento y el progreso. En esta ruta, la nación no solo atrae inversión, sino que promueve esperanza y desarrollo, construyendo con firmeza un modelo económico activo, integral y equitativo.